Vuelta a la Figuerassa

El serrat de la Figuerassa es uno de los miradores más espectaculares del Berguedà. Con esta excursión os proponemos dar la vuelta esta sierra por su base, siguiendo antiguos caminos. Ahora bien, si os apetece, desde el puerto del Oreller puede acceder a la cima de la sierra y disfrutar de una de las mejores panorámicas que te puede ofrecer esta comarca.

  Descripción

 La ruta se inicia en el collado de Santa Magdalena de Berga (en el aparcamiento del restaurante La Cabana). Desde aquí hay que seguir las marcas de la red de caminos del Berguedà (rectángulo de color amarillo) en dirección al castillo de Sant Ferran, que bordeamos por la parte norte.

 El castillo de Sant Ferran, de origen medieval y que tuvo una gran importancia especialmente durante las guerras carlistas, ahora mismo comprende varias viviendas en su interior. 

 Justo en el castillo tomaremos un sendero a mano derecha que nos conducirá hasta la carretera asfaltada conocida como el atajo de Queralt. El tomaremos hacia la derecha, arriba.

 Justo en frente se ve un descampado con restos de una edificación. Es todo lo que queda de cal Patata, una importante fábrica textil que fue quemada durante la Guerra Civil, en la retirada de 1939. Hay documentos desde 1632 que hablan de la existencia de un aserradero de madera antes de la construcción de la fábrica.

 Siguiendo por el atajo de Queralt, el siguiente edificio que encontrará es la fábrica del Franquesa. Actualmente son viviendas medio abandonados. Fue una fábrica textil desde 1881 hasta su abandono como industria durante la Guerra Civil.

 Un poco más arriba, verá una especie de puente que fue el acueducto y el salto de agua para la fábrica Lluís Ne. El solar vacío de la derecha de la carretera constituye parte del emplazamiento de la fábrica, aunque en su día fue un edificio mucho más grande que llegaba más allá del acueducto. Abajo, se ve la toma de la fábrica del Franquesa. Esta fábrica, que fue construida en la segunda mitad del siglo XIX, funcionó como fábrica textil hasta que también fue quemada durante la Guerra Civil. Finalmente fue demolida en 1986 por peligro de hundimiento. El actual aparcamiento del Hotel Alva ocupa el lugar de la antigua alberca de la fábrica.

 Pronto verá la antigua fábrica del Garrigà, un edificio imponente, medio en ruinas, al otro lado de la Riera. Fue construida a finales del siglo XIX como fábrica textil y quemada como tantas otras industrias en 1939, pero fue restaurada y siguió funcionando hasta 1950. La casa de abajo es el molino del Baró, actualmente vivienda pero antiguamente molino de harina que se menciona desde 1791.

Cien metros más adelante del  restaurante San Marc, hay un camino a la derecha que lleva a unas ruinas, es el molino del Yeso del que aún se ve la salida de agua. Quedó inactivo con la construcción del Garrigà, ya que la fábrica construyó un nuevo canal que lo dejó sin agua. Era un molino de cemento y yeso.

 Finalmente se llega a la carretera de Queralt y verá el último edificio del arroyo que fue el molino del Bofarull, hoy Hostal del Guiu. Desde finales del siglo XIX, trabajó como molino de cemento y pequeña central eléctrica hasta que fue reformado como hostal en 1949. Desde la carretera aún se ve el canal y la presa.

 Seguimos por la carretera hasta la Font Negra, acogedora zona de picnic muy bien equipada.

 Al llegar al final de la zona de picnic hay que cruzar la carretera para coger un sendero que marcha hacia la derecha.

 Enseguida, también a mano derecha, encontraremos una construcción de piedra en seco bastante interesante y muy bien conservada. Al parecer, hay que relacionarla con una mina de piedra y un par de hornos de cal que había en este lugar a principios del siglo XX. El estilo podríamos decir que tiene una retirada con el modernismo típico de esta época, aunque en una dimensión muy reducida. Destaca la forma interior de la cubierta. Seguimos subiendo y cruzamos la carretera para empezar a encontrar indicios de un antiguo camino de herradura que se irá haciendo cada vez más evidente, especialmente cuando cruzamos la carretera que lleva a los Rasos de Peguera por última vez -la cruzamos cuatro veces en total- . A partir de este punto, el camino transcurre por un bosque de pinos, ahora más ralo, ahora más espeso, hasta encontrar una bifurcación que nos permitiría llegar directamente al collado del Oreller si siguiéramos el camino de la derecha. Nosotros seguiremos recto hasta llegar a los planos de Corbera y el santuario que nos queda justo en frente.

 El santuario de Corbera se encuentra documentado desde la baja edad media, aunque la construcción que puede visitar hoy en día data del último cuarto del siglo XVII, con algunos retoques posteriores, del siglo XVIII.

 Desde este cruce la ruta continúa por el lado de la fuente, siguiendo por la pista que nos llevará en poco tiempo hasta el collado del Oreller, ahora siguiendo las marcas del GR 107 - Ruta de los Cátaros.

 Desde el collado del Oreller, si tomamos el camino de la derecha marcado como PR-C73, podemos acceder a la loma de la Figuerassa. Desde los dos miradores ubicados en la cima, las vistas son espectaculares. Vale la pena llegar, ya que esto sólo alarga la ruta media hora, aproximadamente, y las vistas lo merecen. Una vez devueltos al cuello, hay que seguir por la pista que va hacia el norte por la izquierda y que al cabo de poco habrá que dejar para tomar un camino a mano derecha que nos llevaría hasta la Casanova de las Garrigues siguiendo una variante del Ruta de los Cátaros. Nosotros, sin embargo, no llegaremos sino que al cabo de unos metros tomaremos un sendero a mano derecha que baja por medio de un bosque de pinos ralos (a partir de aquí hasta el final de la ruta a seguir las marcas amarillas) hasta la zona de picnic de la Plana Rodona. Justo cuando hayamos pasado las barbacoas de esta zona de picnic hay que tomar un sendero a mano izquierda que se adentra en un hayedo en zigzag hasta encontrar la pista que nos llevará a la zona del collado Alto. Seguimos bajando por la pista principal unos metros pero muy pronto la dejaremos para tomar un antiguo camino de herradura a mano izquierda que nos llevará hasta encontrar la carretera asfaltada cerca de Vilaformiu. Una vez aquí, sólo hay que seguir adelante hasta encontrar la antigua carretera de Cercs a Berga y seguirla hacia la derecha hasta el collado de Santa Magdalena, punto final de la ruta.