De Saldes a Gresolet

Saldes tiene dos atractivos de primer orden: el Pedraforca y Gresolet. Esta ruta os permitirá ver diferentes perspectivas de ambos. La ida se hace por el camino de la Costa, el antiguo camino que unía Gresolet y Saldes, de gran belleza. La vuelta baja por la carretera de Gresolet hasta Cal Bessó.

Antes de comenzar esta ruta y las otras de Saldes propuestas en esta serie, os recomendamos consultar el libro citado en la bibliografía que encontraréis en las oficinas de turismo de la zona.

Descripción

La ruta se inicia en la plaza Pedraforca de Saldes. Tenéis que ir en dirección a la iglesia, la dejáis a mano izquierda y continuáis abajo hasta encontrar el camino de la Canalassa donde veréis el cartel de inicio.

Si seguís las marcas verdes y blancas llegaréis al castillo de Saldes en el que recientemente se han realizado trabajos de consolidación y estudio de las partes mejor conservadas. El elemento más espectacular es la base de una torre, con unas grandes aspilleras y una sala con vuelta de piedra apuntada. Cronológicamente, hay que situarla entre los siglos XI y XII con reformas del XIX o XV. La iglesia del castillo, dedicada a Santa María, es un pequeño edificio de una sola nave rectangular con un ábside en la parte de levante; no es necesario observarla con demasiada atención para darse cuenta que ha sufrido mucho en su dilatada historia: el ábside deformado y la espadaña descentrada son testigos de reformas que tienen su origen en los cataclismos de la historia.

Cuando abandonéis el castillo, bajaréis hasta un pequeño valle que había sido cultivado hasta hace pocos años. Son remarcables los bancales que limitan los campos: toneladas de rocas que durante generaciones se fueron apartando para limpiar la tierra de cultivo.El camino pasa por un laberinto en el que hay que estar atentos para no perder las señales.

Seguiréis subiendo hasta encontrar la casa de la Costa, típica casa de payés de montaña con sus anexos alrededor; Tres plantas: las cuadras en la planta baja; la cocina, el horno, la sala y las habitaciones en el primer piso, y el granero en la buhardilla. Junto a la casa hay un pajar con la era enfrente. Junto a estos elementos, en un rincón, hay una pequeña fuente recientemente arreglada. Esta casa presenta la tipología básica que se popularizó a partir del siglo XVI en la montaña.

El camino continúa hacia Gresolet ligeramente elevado por encima de la casa. Observad las altas y alargadas paredes de piedra seca que adaptaban las grandes pendientes de la montaña para hacerlas aptas para el cultivo.

A partir del punto llamado Forat del Llop, el camino entra en el paraje más adusto, pasa por debajo del mirador del Pedraforca y continúa flanqueando las torrenteras que surcan la vertiente norte del Pedraforca. Las panorámicas que ofrecen los pequeños miradores que se encuentran al cruzar las líneas de cresta son impresionantes.

El camino acaba en la pista que, por la izquierda, os llevará al santuario de Gresolet, uno de los parajes más emblemáticos de la comarca; elevado respecto del valle, tiene frente a sí el gran bosque de Gresolet, donde se encuentra el mayor abetal del Berguedà, en su límite superior la corona calcárea que forma la vertiente norte del Pedraforca. El paraje está documentado desde el siglo XIII, aunque de la estructura románica original de la iglesia no queda nada, como consecuencia de las reformas que cíclicamente se han hecho en este lugar.

Para volver a Saldes tendréis que seguir la pista hasta el cruce de Cal Bessó (SL 9). Aunque es pista y en verano está bastante transitada, tendréis el agua de la riera de Gresolet por compañera. La riera y las vistas son suficientes para compensar las molestias que pueda ocasionar el tráfico rodado. El camino va pasando por diversas casas: Anorra, Cal Pistraus y Cal Camp d'en Jou a la izquierda, y El Casalot a la derecha. Mirad los bancales que hay en la costa detrás de las casas: ¡tanto trabajo para tan poco rendimiento!

Antes de llegar a Cal Ferrer la ruta rompe a la derecha, inicialmente por una pista vuelta a abrir que entierra el camino original, hasta pasada la casa de Cal Bessó que se ve abajo. Después de pasar la pista, el verde torrente de Cal Bessó y una fuerte subida os devolverán a Saldes.