En el Berguedà tenemos una concentración única de colonias textiles, 14 colonias y la fábrica de Cal Metro, que se empezaron a construir durante la segunda mitad del siglo XIX y que podemos encontrar junto al río Llobregat, con elementos comunes entre ellas y elementos singulares que hacen que no haya ninguna igual.

En las colonias han vivido y trabajado miles de personas y, actualmente, conforman un conjunto patrimonial de gran valor que nos permite recordar uno de los capítulos esenciales del proceso de industrialización de Cataluña.

En todas las colonias existían dos espacios muy diferentes: el espacio industrial, donde estaba la fábrica y los elementos que permitían transformar el agua del río en energía que hacía mover la maquinaria (la esclusa, el canal y la turbina). Junto a la fábrica, o un poco más lejos, vivían las familias trabajadoras de la colonia. En este espacio, además de las viviendas para los obreros, los propietarios hacían construir, también, todo tipo de servicios y equipamientos para uso de los trabajadores: panadería, carnicería, pescadería, tienda, lavadero, escuela, residencia para chicas trabajadoras , iglesia, café, teatro, zona deportiva, etc.

Presidiendo el conjunto de la colonia, destacaba, a menudo en un punto alto, la torre del amo.

Actualmente se pueden visitar 5 espacios relacionados con el mundo de las colonias: Museo de la Colonia Vidal, La Torre del Amo de Viladomiu Nou, la Iglesia de la Colonia de Cal Pons, Casa Teixidor Bassacs y la Ruta Cultural de Atmella de Merola.

Otra manera de conocer de manera activa este patrimonio es caminando o pedaleando por la Ruta de las Colonias textiles del Llobregat, de 32 km en total, que comienza en el Puente de Pedret y termina en Balsareny, bordeando el río LLobregat y siguiendo las marcas blancas y amarillas del PR-C144.